domingo, 30 de octubre de 2011

MITOS ACERCA DE QUIEN SE UNE A UNA SECTA

(tomado de : SECTAS Por:  Margaret Thaler Singer)
Mucha gente cree erróneamente que las personas que se unen a las sectas son inadaptados, hablando psicológicamente, que son producto de familias dañadas o desunidas, o que buscaban precisamente la secta a la que se unieron. Estos mitos no han sido confirmados por la investigación y parecen estar relacionados con la tendencia común de echarle la culpa a las víctimas. Esta actitud, por lo tanto, da lugar a que mucha gente evada reflexionar con responsabilidad acerca de las sectas –cómo se forman, cómo operan, su impacto en las personas, en las familias y en la sociedad– culpando simplemente a los que se unen a las sectas o a sus familias por ser débiles de carácter o por tener problemas patológicos. Muchos padres (si es un joven) creen a la vez, que de alguna manera deben ser culpables de que su hijo se haya unido a la secta; este sentimiento de culpa es a menudo la causa por la cual no buscan ayuda. Sin embargo, las familias que están en esta situación necesitan ayuda de personas u organismos que tengan conocimiento sobre cómo operan las sectas en general; y en lo particular, necesitan información acerca del grupo específico al que se unió el miembro de la familia. Grupos de personas que fueron miembros de sectas, grupos de asesoría a padres, y profesionistas generalmente pueden proveer información, material escrito y ayuda.

Las investigaciones indican que aproximadamente dos terceras partes de los adultos jóvenes que se han unido a sectas han salido de familias normales y habían demostrado un comportamiento adecuado a su edad cuando entraron a la secta.  De la tercera parte restante, sólo el 6% tenía problemas psicológicos importantes antes de unirse a la secta. El resto de aquellos con problemas sufrían de depresiones que se podrían diagnosticar relacionadas con alguna pérdida personal (v.g. la muerte de un familiar, frustración por no haber conseguido la admisión a la universidad de su preferencia, o algún romance roto) o estaban batallando con conflictos en su carrera, o con problemas sexuales relacionados con la edad.
OTROS MITOS
Algunos mitos incluyen la idea de que la gente escoge libremente involucrarse en la secta y que son felices y están satisfechos.   Los estudios indican que la mayoría de las sectas cuentan con estrategias para influenciar fuertemente y así inducir a la gente a ingresar. Más aún, muchas veces hay una desilusión general relacionada con el reclutamiento. A lo mejor, el nuevo recluta no estaba plenamente informado de qué implicaba hacerse miembro. Los apologistas de las sectas tienden a presentar teorías respecto de "los que buscan", e ignoran los enérgicos esfuerzos de las sectas para reclutar.

Después de unirse a la secta, los nuevos miembros son expuestos a técnicas que se centran en la influencia social y psicológica, diseñadas para cambiar su comportamiento, conducta y actitudes externas para conformarlos a las que benefician las metas del grupo, sin que el bienestar y los planes de vida de los miembros sean tomados en cuenta.6

La mayoría de las sectas aplican lo que los investigadores han denominado "programas coordinados de influencia coercitiva y de control de comportamiento".7  Otros términos como "reforma del pensamiento", "persuasión coercitiva" y "lavado de cerebro", han sido usados para describir la variedad de técnicas sociales y psicológicas que se usan para inducir a cambios substanciales en creencias u opinión. Estos programas organizados para influenciar resultan a menudo efectivos para producir conformidad. Una meta obvia en la mayoría de las sectas es enseñar a sus miembros a evitar la crítica y los sentimientos negativos, para que el público y los posibles miembros vean solamente señales positivas y entusiasmo por el grupo. Diferir de este patrón puede causar ostracismo, presión social para conformarse, y la pérdida de prestigio en el grupo.

Generalmente los que fueron miembros han revelado que sólo buscaban compañía y la oportunidad de hacer algo que los beneficiara a ellos y a la humanidad. Dicen con frecuencia que no estaban buscando particularmente la secta a la que se unieron y que no pretendían unirse a la secta de por vida. Más bien fueron presionados de manera activa y/o con engaños, rápidamente se encontraron inmersos en el grupo, fueron cortando lentamente su pasado y a sus familias y llegaron a depender totalmente del grupo.

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